jueves, 31 de mayo de 2012

El tren que nos transporta

Unicornios pasan por la ventana, levanto la mirada y en realidad lo que sucedía es que pasaban en mi sueños.

Ayer tuve una visión, una idea de ser alguien más de lo que soy ahora, llena de condecoraciones personales e impersonales.

Si hoy tuviera que elegir, con qué me quedaría y que pensamientos, recuerdos, memorias, sentimientos, olores, sabores, lagrimas borraría.
Difícil decisión cuando después de una experiencia espiritual te das cuenta que todos los acontecimientos en tu vida te han ido formando día con día.
Si yo borrara el mayor trauma de mi infancia probablemente no podría estar escribiendo sobre el en este momento.

Cada helado probado, cada cigarrillo inhalado y exhalado, cada trago bebido y vomitado.

Somos producto de nuestras vivencias y si vivieramos cualquier otra cosa, seguro seríamos cualquier otra persona.

No quiero ser otra, quiero ser yo, con mis mismas vivencias si es que un día me preguntas.

No me cambies ni me obligues a cambiar, soy así por que así lo decidí desde hace no sé cuanto.

No me cambies que así me gusto, y si no te gusto a ti... entonces busca primero qué es lo que te formó a ti y verás que nuestros caminos se cruzan por que moviste las vías del tren que nos transporta, no por que así estuvieran predispuestas por Dios.

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