Hace tiempo que me acerco y tú ya ni me volteas a verme, hace un tiempo que te cuento mis penas y tu ni un kleenex me acercas, hace tiempo que te busco y tu te escondes...
Que feo es que ni un adios, ni una razón me supiste dar, que simplemente la espalda me das.
Tus palabras cortantes, que aún no hacen herida, pero si están lasmitando.
Te quiero, te quiero demasiado que incluso podríamos decir que ya es amor. Me tardé demasiado para saber cuál era mi sentimiento, cómo podía interpretar lo que sentía... qué es lo que sentía...
Lo descubrí, incluso tu me ayudaste, me diste un libro para saberlo, con las palabras exactas, un día para leerlo, 3 para entenderlo. Y lo entendí. Eres mi hermana.
Una hermana, de esas de las que tuve y se perdieron después de un tiempo, una hermana que porfin pensé que me podía quedar, una que si iba a estar conmigo, en las buenas y en las malas, una... una... una que fuera mi hermana.
Pero creo que estoy destinada a ser hija única.
No tengo hermanas, ninguna hermana, apenas puedo contar con una que otra amiga y por supuesto miles de amigos que no se por qué... espera... tu me lo dijiste... en tu libro... siempre me rodean.
Te extraño, extraño esa mirada deseosa de mi, deseosa de saber de mi... deseosa...
Espero sea sólo el tiempo, tu enfermedad, mi estress e histeria... espero que sea sólo un momento, porque te extraño y sobretodo porque pienso que ya no me quieres.
